Javier Orta

Javier Orta (23/3/22)

Pensaba que me sería más fácil separar el aprecio personal y la afinidad ideológica de la obra y me estaba costando trabajo, por lo que me centré en separar la Paja del grano o explicado de otra forma separé el orgasmo del onanismo vicioso del melómano.Comprendí que dada la magnitud del trabajo realizado, tenía que hacer una crítica del álbum desgranando pieza por pieza, apoyándome tanto en cada cuadro interpretado musicalmente como en la breve explicación que hay de ellos en la página web. Puesto que no soy un experto en obras pictóricas y desconocía algunas de las pinturas representadas supe que no iba a ser sencillo escribir mi opinión. Así, ya se me estaba acumulando el trabajo y tenía que aprender a asociar todo el conjunto y sacar mi propia conclusión del álbum, esperando que no me diera una embolia en cualquier momento y siendo consciente de que el resultado de mi experiencia audiovisual y mis sensaciones serán únicamente míos y estos serán diferentes de los de cualquier otro incluidos los mismos autores. Es de agradecer que, siendo ambos virtuosos de la guitarra, no hayan caído en la tentación de recargar en exceso cada canción/cuadro, de Sólos , Riffs y demostraciones de maestría que podían ensombrecer el trabajo como sucede a algún qué otro marea mástiles sueco. Pegada esta chapa, comienzo: 1.- La Obertura.

Como dice el título. Te abre las puertas y te prepara para que tengas claro que estás asistiendo al inicio de algo grande y tienes que estar preparado para saber entrelazar todo lo que se te viene encima.

2.- Amarillo, Rojo y Azul.

Es un tema muy dinámico. A mi me ha parecido que se divide en tres partes como el título del cuadro y a su vez, estas partes son cíclicas y, quizá con la intención de que apreciemos la representación entre el día y la noche o el alba y el ocaso que también refleja el lienzo, tienen una progresión de menos a más. Los Riffs y las armonías se van sucediendo en cascadas mientras las melodías te cuentan una historia con su planteamiento, nudo y desenlace, dejando a la imaginación de cada uno cuál es esa historia.

3.- Sol Naciente.

Si miramos el cuadro de Monet casi podemos sentir como poco a poco va saliendo el Sol y los rayos del sol van aportando calor y vida, la serenidad del lago, la barca, el cielo anaranjado… Son meros espectadores. Amanece y todo eso te lo va contando cada melodía de esta canción, los rayos del Sol son las notas que salen de cada cuerda. Te elevan a la locura y descienden a la calma chicha, meciéndonos a su antojo. Hasta el final que queda en el aire.

4.- El Grito

La adaptación musical del mítico cuadro de Munch es un desgarrador alarido que se va forjando hasta casi pugnar por salir. He sentido como se va cargando de dolor, rabia, tristeza… Y todo tipo de sentimientos la melodía hasta reventar en el liberador grito en forma de increíbles fraseos musicales que casi parecen hablar. Cuando escuché este tema la primera vez, me dije “Que coño…? Esta canción, no es de este mundo” Sigo pensando igual.

5.- La Rendición de Breda.

El desarrollo de esta pieza parece una narración del cuadro y el momento histórico que representa. Nuevamente nos sumergimos en una historia con sus partes bien diferenciadas, solo que esta vez, no nos la tenemos que imaginar, puesto que está plasmada en la obra de Velázquez. A estas alturas del álbum las guitarras de ambos autores, suenan como si fueran uno con cuatro o más brazos.

6.- La Persistencia de la Memoria.

La interpretación musical del tiempo y sus recovecos me ha llevado a través de los grandes enigmas del mundo, así me he visto mirando el cuadro con los cascos puestos y la música a toda leche y de repente, he visto el choque de lo imparable con lo inamovible mientras miraba por la rendija al gato Schrödinger. Como los diferentes análisis de esta y otras obras del genio loco, el tema está compuesto por dos genios locos desatando una tormenta de melodías y pintando así el cuadro de Dalí. Habrá gente, ellos seguramente, que no esté de acuerdo con esta opinión, pues ya saben que si no gusta, puedo hacerles unas croquetas.

7.- El Jardín de las Delicias.

Tanto el cuadro como la obra musical están llenos de detalles y matices que te transportan a través de un paisaje un tanto alienígena y desconcertante que, no obstante, te atrapa. Cambiante como si miráramos las diferentes partes del tríptico y todo entrelazado majestuosamente a través de la música que aporta poesía a una obra que parece incompleta y que, en realidad, esta perfectamente terminada.

8.- MetrópolisEl bullicio de la gente, el ruido de los coches, todo lo que representa una ciudad en hora punta refleja esta melodía, así como la obra pictórica. También hay una pesadumbre, que zumba desde el fondo y a la vez, se va haciendo cada vez más presente, las sonrisas se van difuminando y la gente se va volviendo anónima, mientras la muerte se hace presente durante la canción.

“Hay gente que se cae por las rendijas de las aceras” decía la obra Midnight Nation de Joseph Michael Straczynski y creo algo recogió de esta Metrópolis. Si lo dejas, este tema puede envolverte.

9.- Saturno Devorando a Su Hijo

Este cuadro siempre me ha impresionado por su crudeza visual, así que, acudí expectante a escuchar el tema que lo acompaña con temor de que no estuviera a la altura y me equivoqué. No solo está a la altura, sino que también me ha hecho sentir casi como masticaba el Dios de forma cruel. La música también puede producir terror y seguir siendo buena, que se lo pregunten a Black Sabbath en sus primeros álbumes si no. El tema te atrapa y te deja inmóvil hasta que finaliza.

10.- Cante Jondo.

Sin ser flamencólogo y tratándose de un profano en pintura creo que en esta canción plasman las tres partes del lienzo de Julio Romero de Torres, representando los celos, el amor y la muerte tan presentes en el flamenco. Me gusta el tratamiento blusero en algunas partes que le dan a la melodía aunque parezca más cerca del rock tex-mex tipo Tito & Tarántula y Los Lobos que de Tomatito y Paco de Lucía. Un gran tema que sé aleja y es pieza esencial del disco y que hace que la obra se acerque a la excelencia.

11.- El Guernica.

Simplemente vives el bombardeo de la legión Cóndor casi en primera persona. Todo el Horror, absurdo y sórdido de una guerra te cae a través de las melodías desenfrenadas de esta pieza que sobrecoge. Chapeau!

12.- RelatividadLa escalera de Escher o Relatividad trae una pieza musical donde todo es posible y aunque pueda parecerdesenfrenada y febril, no es nada caótica. Es un festival de imaginación al servicio de la música. 13.- El Peso del Mundo.La obra más elaborada del album, no en vano el autor del cuadro es el propio Javier Mira. De nuevo nos cuentan una historia (o varias).El peso del mundo, nos trae un Atlas antes de mirar a la Medusa, incluso nos cuenta cómo se inició la vida y la evolución en el mundo.Tras un inicio que parece una introducción que roza ser Floydiana, el tema rompe la baraja y empieza a sonar un ritmo cabalgante al estilo Maiden y sin embargo, antes del épico final, te das cuenta que en realidad, no suena a nadie salvo a Javier Mira y Nacho Ortiz. Hasta aquí mi análisis, más que crítica del disco, que no deja de ser una opinión de las primeras oídas, puesto que en cada audición, descubro cosas nuevas. Creo que he sido sincero y que no tiene “peros” musicalmente hablando, luego estará la opinión de cada uno que si los temas son largos, o cortos, o el “yo hubiera puesto…” Si lo tienes muy claro, hazlo tú igual o mejor prenda.Agradecer a todos aquellos que hayan leído esta “Turra épica” sobre el trabajo de estos señores y gañanes, pero creo que el álbum merecía mucho más que un simple like.iiCompren el Disco!!Es por su bien.